Dragon Ball Super nos sigue narrando el arco argumental de Granola, el ceresiano que busca venganza contra los destructores de su planeta.
En esta ocasión, Granola enfrenta a Gokú y Vegeta, quienes son de la raza saiyajin, al recordar que esa raza, junto a Freezer, invadieron su planeta años atrás. La batalla entre ellos ha llevado a una variedad de situaciones, sin embargo, hemos visto nuevamente un error continuo de los saiyajines: su gran orgullo.
El orgullo saiyajin
Todos reconocemos que los saiyajines son seres con un gran orgullo por su raza guerrera. Lo hemos visto en diferentes casos, desde Vegeta quien no acepta ayuda, Gokú prefiriendo pelear por su cuenta al igual que ‘el príncipe de los saiyajin’, o simplemente querer enfrentarse a oponentes más poderosos para medir sus niveles y entrenar para superarse cada día.
En Dragon Ball Super, ocurrió lo mismo cuando Gokú le da una ‘semilla del ermitaño’ a Moro, rival a vencer en su arco argumental. Esta decisión traería consigo la traición de Moro, quien momentos antes estaba a punto de morir.
Otro caso fue en la película ‘La resurrección de Freezer’ donde Gokú fue atacado sin darse cuenta por confiarse en su ventaja, y luego Vegeta, quien no finalizó de forma rápida la pelea, lo que permitió a Freezer destruir la tierra momentáneamente.
El orgullo de Vegeta
Esto nos lleva a la pelea entre Vegeta y Granola. Cuando Vegeta activa el Mega Instinto, logra superar por un momento a Moro, efectuando muchos golpes a su rival.
Sin embargo, a pesar de tener la ventaja y la difícil situación, Vegeta decide enorgullecerse de su poder y humillar a Granola, lo que permitió al ceresiano lograr liberar más poder de su interior, y lograr tomar la ventaja nuevamente en la pelea.
