Ricardo Mendoza reveló en el último show de ‘Hablando Huevadas’ que eis secuestradores bajaron de dos camionetas y apuntaron a su conductor en la cabeza con armas, exigiéndole que revelara dónde se encontraba el comediante.
Ricardo Mendoza rompe su silencio
En el último episodio de ‘Hablando Huevadas’, Ricardo Mendoza utilizó unos minutos del programa para brindar más detalles del frustrado secuestro que vivió hace dos semanas. De acuerdo con el comediante, no estuvo presente en ese momento.
Según lo que narró Ricardo Mendoza, llegó a su vivienda luego de haber estado con su novia, por lo que le pidió a una persona que se llevara su vehículo para que lo lavara. Sin embargo, después de un par de horas, escuchó el timbre de su casa y se alarmó.
“Yo estaba durmiendo y me tocan el timbre y me dicen ‘no te asomes, abre la puerta y no te asomes a la ventana por favor’. Era la persona que se había llevado el carro. Sube corriendo y me dijo que me habían querido secuestrar. Parece que ha llegado con el carro, se ha estacionado y antes de subir a dejarme las llaves, bajaron seis personas de dos camionetas, todos con armas”, señaló al inicio.
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Secuestradores amenazaron al conductor
Asimismo, Ricardo Mendoza detalló que esos delincuentes intentaron abrir la puerta del copiloto y al ver que no lo lograban, fueron directamente a la ventana del conductor.
“Apuntan al carro y comienzan a decir ‘súbete, súbete, gordo concha...’ y trataron de abrir la puerta del copiloto pero no abrió, giran y en la puerta del piloto donde estaba el conductor, abren y lo encuentran al flaco”, añadió.
Por otro lado, Ricardo Mendoza aseguró que los secuestradores apuntaron a su amigo para que les revelara el paradero del comediante de ‘Hablando Huevadas’. Uno de los delincuentes disparó el arma, pero la bala no salió.
“Tres lo agarran con las pistolas, uno de la garganta, otro en la sien y otro le pone una pistola en la boca. Le dicen ‘dónde está el gordo’ y él ha hecho un ademán para salirse y que no le disparen en la boca y uno de los secuestradores estaba nervioso y le disparó en la boca, pero la bala no salió. Él al ver que falló el disparo, aprovechó el momento y se sacó el arma de la boca y la puso contra el techo”, sentenció sobre aquel frustrado secuestro.